El otro día estuve con unas amigas celebrando que una de ellas acababa de conseguir un puesto de trabajo interesante tras varios años en paro. He de decir que esta brillante ingeniera no ha perdido el tiempo. Durante este lapsus no sólo se ha dedicado a ampliar su formación sino que también se ha puesto el gorro de profesora y ha impartido clases de matemáticas, informática, y hasta se lanzó al desconocido mundo del “glamour” vendiendo casa por casa productos de belleza de una conocida marca.
Y es que en esta vida hay que aprovechar todas las oportunidades que
se presentan, porque nunca sabes si aquel cursillo absurdo que un día hiciste
podrá inspirarte en el futuro para crear algo nuevo. Sólo hay que fijarse en
el creador de Apple, ¿Quién le iba a decir a Steve Jobs que con aquel curso de tipografía que realizó de joven iba a poder revolucionar el mundo de la informática y hacerse millonario?
El caso es que
mi amiga está encantada con su nuevo trabajo en el que por fin podrá
desarrollar sus capacidades, sin embargo, tantos lunes al sol han moldeado en ella un estilo desaliñado que no hace justicia a todo lo que vale, porque ahí donde la ves, con ese chándal raído y esas camisas de leñador, mi amiga tiene un expediente académico estupendo, habla varios idiomas y encima es encantadora, pero
me temo que si continúa apostando por ese estilo de "andar por casa" sus colegas no la tomen en
serio y eso acabe pasándola factura, porque sí, el aspecto lo queramos o no, dice mucho de una persona.
Hoy en día no basta con tener un curriculum impresionante, sino que además hay que parecerlo. Esto puede parecer superficial pues en principio con ser bueno en tu trabajo debería ser bastante pero no siempre es así y hay un motivo. La realidad es que nos sentimos más cómodos relacionándonos con personas de nuestro mismo nivel y buscamos señales que nos acercan. Y es que no vamos con nuestro currículum pegado a la solapa de nuestro traje, pero nuestro traje dice mucho de nosotros, habla de nuestros gustos, de nuestra postura ante la vida, de nuestras ambiciones, de nuestra posición profesional y personal. Por eso es importante cuidar el aspecto y crearnos una marca personal acorde con lo que uno es y quiere llegar a ser.
Para mi amiga llegó la hora de aplicar lo que aprendió en su etapa glamurosa, de reservar las deportivas y los pantalones de chándal exclusivamente para hacer deporte y de hacerse poco a poco con un fondo de armario básico que le sirva para relacionarse de igual a igual con sus colegas. Mi amiga vale mucho, y lo va a demostrar con chándal o con traje, pero sin duda, esto último le ayudará a llegar más fácilmente a la cima.
Tu estilo personal no debería convertirse en un stopper para tus relaciones profesionales, añade un poco de "glamour" a tu armario.
Para mi amiga llegó la hora de aplicar lo que aprendió en su etapa glamurosa, de reservar las deportivas y los pantalones de chándal exclusivamente para hacer deporte y de hacerse poco a poco con un fondo de armario básico que le sirva para relacionarse de igual a igual con sus colegas. Mi amiga vale mucho, y lo va a demostrar con chándal o con traje, pero sin duda, esto último le ayudará a llegar más fácilmente a la cima.
Tu estilo personal no debería convertirse en un stopper para tus relaciones profesionales, añade un poco de "glamour" a tu armario.
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