domingo, 28 de febrero de 2016

Móviles, tecnología y sueños


Vivimos en un mundo influenciado por la tecnología, la comunicación y las redes sociales. Esta es la realidad que nos ha tocado vivir, con más ventajas que inconvenientes y que debemos aprovechar para facilitar nuestra vida y nuestras relaciones personales y profesionales.
 
Aún me acuerdo cuando comencé a trabajar, ¡hace ya tantos años!. Era una empresa de tecnología, moderna y vanguardista y recuerdo perfectamente que los empleados no teníamos correo electrónico, los documentos se enviaban por fax, los móviles eran unos aparatos enormes que sólo usaban unos pocos privilegiados que además presumían de ello, y de Internet poco se sabía, aunque recuerdo que ya por entonces un compañero, verdadero gurú tecnológico, me vaticinó que el futuro estaría en Internet, como así ha sido.
 
Esta semana se ha celebrado uno de los congresos que más expectación suele generar no sólo en las empresas del sector y los negocios, sino en el público en general, me refiero al MWC 2016 Barcelona Mobile World Congress que atrae a un buen número de empresas punteras en el mundo de la movilidad y las comunicaciones.
 
Cada año se presentan novedades tecnológicas que muchas veces dejan al público con la boca abierta y este año no ha sido para menos. Quizá lo que más ha sorprendido de esta edición es todo lo relacionado con la realidad virtual, destacando las gafas con las que es posible visualizar vídeos en 360 grados o incluso crear entornos virtuales con los que se puede interactuar, o también cámaras capaces de grabar fotos y videos en 360º y que además pueden ser accionadas remotamente con el móvil o un control remoto.
 
Por supuesto, los smartphones se transforman para alojar en ellos estas nuevas capacidades de realidad virtual, y además se hacen más potentes y resistentes al agua. Pero esto no acaba aquí, si una de las cosas de las que más nos quejamos es de la poca capacidad que suelen tener las baterías, en breve comenzaremos a consumir teléfonos inteligentes que funcionarán con SIM virtuales o eSIMs que ayudarán a dar más espacio a baterías más potentes que permitirán mantener el móvil cargado durante muchas más horas. Claro que todas estas novedades tendrán en el futuro un gran aliado con las redes móviles de 5ª generación o redes 5G que aún están en pleno desarrollo y que están creando una gran expectación pues prometen que el transporte de volúmenes de datos sea 1000 veces superior al de la red actual. ¡Impresionante! ¿no?.
 
Lo que haría falta ahora es facilitar el acceso a la red y dotar de equipos de comunicaciones a los países más pobres y a los grupos sociales menos favorecidos, para que tengan las mismas oportunidades que tenemos en los países desarrollados, porque ¿sabías que aún hay 4.000 millones de personas en el mundo que no tienen acceso a internet? Esto es algo que el propio Mark Zuckerberg, creador de Facebook, denuncia y para lo cual ha creado un proyecto llamado Internet.org que tiene por objetivo "llevar acceso a Internet a los países pobres del mundo".
 
Es curioso cómo cambian las cosas, cómo se desarrollan nuevos avances y cómo nos apropiamos rápidamente de ellos, pero toda innovación pasa por haber tenido antes un sueño, por haber imaginado algo y haber puesto todos los sentidos en hacerlo realidad. Por eso te animo a soñar, a tener una mente inquieta y a apuntar todas las ideas que te surjan por muy tontas que parezcan. Si tu sueño tiene por objetivo mejorar algo, cambiar nuestras vidas o procedimientos por algo mejor, rodéate de las personas u organizaciones que pueden ayudarte a desarrollarlo y persigue tu sueño, ¡quién sabe si te convertirás en el próximo Zuckerberg!.

domingo, 21 de febrero de 2016

El placer de ordenar

Hola amigas y amigos,

Aquí estoy de nuevo después de unas semanas dedicada casi por completo a otra de mis grandes pasiones: cantar. Y es que creo que este es el primer fin de semana desde que empezó 2016 que no he tenido ninguna actuación con el coro. Así que retomando mi post anterior en el que os hablaba de la magia del orden, he de decir que realmente algo de mágico debe tener esto, cuando ha inspirado también a mi hija a reorganizar su armario y sus cosas, lo cual me ha impresionado gratamente.
 
¿Y dónde está el truco? Pues en estos sencillos consejos que os indico a continuación:

1.- Planifica un día para organizar. Si reorganizas tu ropa, tus papeles o tus libros en un sólo día conseguirás ser más eficiente y mantendrás la motivación. Se trata de que la operación orden no se extienda ilimitadamente en el tiempo.

2.- Organiza por un solo tipo de cosas. Si te decides a ordenar tu ropa, no te pongas a ordenar también el baño. Enfócate en la ropa, pero no sólo la del armario de tu habitación, sino la que guardes en cualquier otro sitio de tu casa.

3.- Vacía los armarios. Comienza vaciando todos los armarios, cajoneras etc., y amontona la ropa en el suelo. Aprovecha para limpiar las superficies y hazte con unas bolsas grandes donde poder clasificar la ropa para “tirar” o “donar”.

4.- Escoge lo que te inspire "amor". Si cuando coges una prenda te surgen sentimientos de alegría, felicidad, en definitiva, amor, no hay duda de que debes quedarte con ella, pero si por el contrario esa prenda no te produce ningún sentimiento bueno, hace mucho que no te la pones, y es más, si hoy en día la vieras en un escaparate ni se te ocurriría comprarla, despídete amablemente de ella y decide si la tiras o la donas.

Pronto comenzarás a cogerle el truquillo y cada vez te costará menos decidir qué hacer con tu ropa, es más, te encantará volver a encontrar espacio disponible en tus armarios lo cual, por otro lado, te llenará de alegría.
 
5.- Ordena de claro a oscuro. Puedes guardar la ropa colgada en el armario o doblada en los cajones o estanterías. La mejor forma de clasificar la ropa es por colores, de claro a oscuro, y por tipo de prenda, de más gruesa a más fina siguiendo siempre una escala de colores. Según Mari Kondo, hay que tratar las cosas con amor, así que intenta utilizar el mismo tipo de perchas para mantener una armonía y deja espacio entre prenda y prenda para evitar que se arruguen y conseguir que se mantengan siempre en perfecto estado. Dejar que fluya la energía.
 
6.- En los cajones coloca la ropa en vertical. Las camisetas, los jerséis, los pijamas... todas estas cosas puedes doblarlas de tal forma que queden clasificadas en vertical dentro de los cajones (ver foto). Así podrás visualizar fácilmente cada cosa y cogerla y volverla a colocar sencillamente. Ten en cuenta que cuando guardamos las cosas amontonadas unas encima de otras, cada vez que queremos coger lo que está más abajo solemos desordenar el resto de las cosas. Ese es el comienzo del caos y del desorden. 

 
7.- Compra sólo lo que necesites. Una vez que hayas reorganizado tus armarios y tus cajones, te sentirás infinitamente bien. Controlarás mejor la ropa que tienes y, después de todo este trabajo realizado, dedicarás más cuidado a mantener las cosas ordenadas y tratarás de comprar menos impulsivamente, y sólo aquello que realmente necesitas y consideras que te va a hacer sentir bien.
 
8.- No traslades a otros tus cosas. Cuando decidas deshacerte de algo no intentes endosárselo a los demás. A no ser que sepas realmente que les gusta o lo necesitan, no traslades a los demás la responsabilidad de quedarse con lo que tú no quieres. Lo mejor es ponerse en contacto con organizaciones benéficas y consultarles si aceptan este tipo de objetos, ya sea ropa, libros, etc.
 
9.- Sigue este orden: Ropa, zapatos, productos de higiene, papeles, libros, y por último recuerdos. Los papeles, ya sean recibos, facturas, certificados, pólizas, garantías, etc., los puedes ordenar de forma muy rápida ya que no implican ningún sentimiento personal. Lo mejor es guardarlos en cajas, clasificados por tipo de papeles y tirar todo aquello que ya esté vencido o no aporte ningún valor. Deja para el final los recuerdos porque es una de las cosas que más tiempo te pueden llevar ya que están cargados de sentimientos. Ya sean cartas, fotos, recuerdos de viajes, etc., lo mejor es guardarlos por tipo de cosa y descartar todo aquello que no te produzca "amor".
 
10. Un sitio para cada cosa. Es muy común que tengamos el mismo tipo de cosas guardadas en diferentes sitios de la casa. Me refiero a lápices, tijeras, pilas, cargadores de móviles, etc. A veces las guardamos en el primer cajón que encontramos y luego no sabemos donde están. Si reagrupamos todas las cosas del mismo tipo en un sólo sitio conseguiremos no sólo mantener el orden sino que nos sentiremos más tranquilos y felices al saber dónde tenemos cada cosa.
 
Espero que estos consejos os resulten útiles y llenen de alegría y tranquilidad vuestras casas y en definitiva, vuestras vidas.