miércoles, 25 de marzo de 2015

¿Cuál es tu marca?

Sin duda cada uno de nosotros tenemos una marca personal, eso que nos hace diferentes, que nos define y que los demás perciben de nosotros. La marca personal hay que cuidarla y darle publicidad pero sobre todo tenemos que ser dueños de esa imagen que queremos dar.

Y precisamente de eso, de cómo crear nuestra marca personal es de lo que Beatriz García-Quismondo, Directora Comercial de Womenalia, tuvo la gentileza de venir a contar, invitada por BT , para participar en una de las sesiones “Ponte al Día, Lidera tu Futuro” en las que BT apuesta por promover el desarrollo profesional de las mujeres. Beatriz, que tiene una amplia experiencia en liderazgo femenino tanto en España como en Estados Unidos, se mostró absolutamente cercana y consiguió despertar la inspiración necesaria para plantearnos si queremos reforzar o alcanzar mayor presencia en el mercado.

Tal y como nos comentó, la creación de la marca requiere tiempo, paciencia y método pero todo comienza por fijar nuestros objetivos de vida, esos que nos ayudarán a caminar con rumbo y a no ir dando bandazos de un lado a otro. Una vez que sabemos a dónde queremos llegar, debemos ser auténticos y coherentes con la imagen que queremos proyectar y por supuesto con las cualidades que podemos aportar y que nos harán diferenciarnos del resto.

Y si realmente queremos crear marca, debemos invertir en Networking. Es la única forma de hacerse visible, de conseguir nuevos contactos y mantenerlos a largo plazo. Cada día se organizan multitud de charlas, congresos y eventos donde se reúnen personas con intereses afines. Aprovechemos esas sesiones para conocer gente nueva, para intercambiar contactos y hacer acto de presencia. No se trata de vender o de pedir favores, sino de ampliar los círculos para, llegado el caso, compartir experiencias y generar un estado de colaboración de la que podrán surgir oportunidades en el futuro.

Además, para hacer Networking hay que estar en la red. Las redes sociales son la herramienta perfecta para ampliar nuestros círculos y exhibir nuestra marca. Es tal su influencia que hoy en día las utilizamos para investigar sobre una persona, conocer su trayectoria o saber sus opiniones e intereses. Esto es un arma de doble filo y por ello debemos ser muy cuidadosos con los mensajes que circulamos, debemos ser dueños de nuestros propios contenidos.

Para Beatriz,  Linkedin, Womenalia o Twitter son las redes profesionales más influyentes hoy en día y en las que nos recomienda abrir cuentas y estar activos no sólo para promocionar nuestra marca, nuestro blog o nuestra página web, sino para estar al día de la actualidad y  por supuesto para ser generosos con nuestros contactos, generar reciprocidad con ellos y compartir información.

Si queréis seguir en Twitter a Beatriz García-Quismondo podéis hacerlo en: @bgquismondo

sábado, 21 de marzo de 2015

Bienestar al cuadrado

Me encanta ir al cine los sábados por la tarde, disfrutar de una película entretenida y acompañar el momento con unas palomitas y un refresco. Si puedo escoger, prefiero las comedias románticas o de misterio y siempre que puedo evito los dramas porque sinceramente, estoy "hiper-saturada" de todas las barbaries que aparecen cada día en los telediarios. 

Esta semana he tenido el lujo de ver la película “Perdiendo el Norte”, dirigida por Nacho G. Velilla, el mismo que dirigió “Que se mueran los feos”. Digo lujo no sólo por lo que cuesta una sesión completa de cine para toda la familia, sino porque a pesar de no ser una obra magistral y que probablemente nunca se proyecte en la Berlinale, la película, con todos sus topicazos, me hizo reír, reír incluso a carcajadas, casi tanto como cuando vi “Ocho apellidos vascos” y ya sólo por eso yo pago gustosamente la entrada, las palomitas y lo que haga falta. 

La risa es un lujo, es bienestar al cuadrado y este tipo de películas deberían recetarlas en los consultorios médicos para elevar el ánimo de la gente que en estos tiempos está bastante flojillo. ¿Te imaginas que los médicos receten entradas para ir al cine o al teatro, leer una novela determinada o apuntarse a clases de cerámica? ¿Te imaginas que tu médico de cabecera recomendase dedicar más tiempo a ayudar a personas desamparadas y con ello a pensar un poquito más en los demás?. Estoy segura de que con estos remedios se reducirían muchos casos de depresión y hasta tendrían más efecto que una aspirina. 

Pero es que con el panorama que tenemos a la vista ¿Cómo no vamos a estar alicaídos? Entre las noticias sobre la crisis económica, los desahucios, los casos de corrupción, los maltratos de género, las catástrofes naturales y el acecho terrorista que golpea cada vez más cerca, el telediario se convierte cada día en una verdadera película de terror y de misterio, fuente inagotable para mentes creativas quienes ya deben estar preparando el guión de lo que será el thriller político-económico más enrevesado de los últimos tiempos. Espero que para cuando lo estrenen, todos esos personajes corruptos que afloran cada día ya estén pagando justamente sus fechorías y podamos entonces ir a ver la película satisfechos, asombrarnos con esas redes tan complicadas que montaron para delinquir y hasta reírnos de ellos al saber que de nada les sirvió su egoísmo y avaricia porque la justicia al final les dio su merecido. 
 

sábado, 14 de marzo de 2015

Las 3 eRRRes

La primavera ha llegado, se percibe en las calles, en el ambiente, en el color de los árboles y en el picor de nariz y ojos. Apetece quitarse el abrigo y la bufanda, salir a la calle y disfrutar de la tranquilidad de una terracita al sol con los amigos. Pero hay algo rondando que ensombrece este paisaje. Muchos días podemos apreciarlo cuando levantamos la mirada hacia el cielo de Madrid. No se trata de esos magníficos atardeceres que nos regala cada día esta maravillosa ciudad, no, lo que vemos es una capa brumosa flotando sobre la capital que amenaza sospechosamente desde lo alto. Y es que somos muchos los ciudadanos que pisamos el suelo de esta trepidante ciudad, somos muchos los que hemos olvidado lo que es desplazarnos en transporte público y que no renunciamos a la comodidad de viajar en nuestros propios vehículos, son muchos los edificios y empresas que cada día emiten grandes cantidades de CO2 a la atmósfera, son muchos los desperdicios que generamos y son muchas las personas que no han desarrollado todavía una conciencia medioambiental.
La contaminación es una triste realidad que nos afecta a todos. Cada vez hay más casos de alergias y asmas, cada vez nos cuesta más respirar y todos, gobiernos, empresas y ciudadanos somos responsables de este problema que ha generado nuestra paradójica sociedad del bienestar. Y mientras los gobiernos debaten si poner medidas más drásticas que frenen el calentamiento global, y no llegan a alcanzar acuerdos porque hay mucho dinero en juego y muchos intereses creados, mientras tanto, vemos que el calentamiento es una realidad que no dejará de traer graves consecuencias a nuestro planeta.
Por eso, desde mi ventana, te invito a que no seas indiferente, que tomes conciencia y contribuyas a reducir el impacto de tus acciones en el medio ambiente. Se creativo, busca alternativas más ecológicas a tus actividades y transmite a los demás una actitud más sana y cooperadora con la sociedad. Te animo a que pongas un lazo verde en tu vida, a que pienses y actúes de manera responsable siguiendo el círculo de las 3Rs (Reduce, Recicla y Reutiliza).

Si quieres, hay muchas cosas que puedes hacer para contribuir a reducir la huella de carbono, cosas tan simples como estas:
  • No abuses de la calefacción ni del aire acondicionado. Vístete con arreglo al tiempo que hace y trata de mantener tu casa a una temperatura agradable, alrededor de los 20-21º.
  • Sustituye las bombillas incandescentes por bombillas de bajo consumo y mucho mejor si son de LED. Estas tienen un alto rendimiento, duran hasta 100 veces más que las bombillas tradicionales y consumen mucha menos electricidad. ¡Y ahora las puedes encontrar con formas más decorativas!.
  • ¡Apaga la luz cuando no la necesites! ... Pero esto ya lo sabías ¿no?
  • Desenchufa los aparatos eléctricos cuando no los utilices y no los dejes en modo standby pues consumen casi tanta energía que cuando están funcionando.
  • Acude a los mercados de tu barrio y compra alimentos de temporada, mucho mejor si son cultivados en tu región. Con ello contribuirás a reducir el impacto medioambiental que supone el transporte de mercancías provenientes de lugares remotos. Además, seguro que son más frescos, sabrosos y nutritivos.
  • Recicla la ropa u otros utensilios que ya no necesites, quizá puedas donarlos a alguna asociación o intercambiarlos con otras personas. ¿Qué tal organizar una fiesta de intercambio de ropa? ¡Puede ser divertido!
  • Reduce los envases. ¡Dificilísimo, lo sé! Pero trata de comprar productos a granel en vez de envasados, con ello no sólo disminuirás la generación de residuos en tu hogar sino que además contribuirás a reducir todo el gasto energético que conlleva su empaquetado.
  • Recicla los residuos correctamente, ya sabes: en el verde vidrio y no cristal, en el amarillo envases de plástico, tetrabriks  y latas sin restos orgánicos, en el azul papel y cartón y en el rojo los residuos orgánicos. Mucho cuidado con las pilas y el aceite pues son altamente contaminantes. Deposítalos en sus contenedores correspondientes. De vez en cuando haz una visita al punto limpio de tu ciudad y lleva allí esas cosas que no sabes dónde tirar.
  • Y por último, usa más las piernas y menos el coche, aunque si tienes que utilizarlo para  viajar o ir a trabajar, ¿Qué tal si optas por el vehículo compartido? Existen webs que te lo ponen muy fácil.
Como ves hay muchas medidas que podemos tomar para vivir de forma más eco-responsable, pero no son las únicas. ¿Quieres compartir alguna de tus ideas?

sábado, 7 de marzo de 2015

A esa niña y a ti, mujer

A esa niña que sufre cada día, insegura de sus actos, preocupada por sus palabras y abrumada por los clichés que la rodean. A esa niña yo quisiera quitarle sus gafas oscuras para que descubra la diversidad de colores que hay en el universo. Un mundo con cabida para todos y en el que sólo ella puede decidir cómo quiere vivir su vida.

A esa niña que llora en la soledad de su habitación, le pido que recorra su camino con ilusión y esperanza, que siga los impulsos de su corazón y escuche los consejos de su razón. A esa niña le pido que crea en sí misma, que defienda su criterio y evalúe las opiniones de los demás. A esa niña le deseo que viva libre y feliz, sin amenazas ni miedos, sin que nadie le levante la mano ni reduzca su voz.

A esa niña a quien yo quiero, le pido que mire hacia adelante, con la cabeza alta, la sonrisa puesta y el paso firme. Con los ojos iluminados por la pasión, la curiosidad, y la esperanza. Que crezca fuerte y solidaria, aprendiendo de la vida, de los libros y de los errores. Que deje sus miedos atrás. Esos miedos por los que tantas mujeres lloraron, sufrieron y lucharon. Tú no, mi niña, mujer de hoy y del mañana. Eres dueña de tu vida, libre como el viento, fuerte como un roble. Estudia, trabaja, persevera, sigue tus sueños y aleja de ti a los fantasmas que ponen freno a tu progreso.

A esa niña que piensa en su suerte, le invito a descubrir que hay otras niñas y mujeres que sufren y lloran. Niñas que quisieran ser libres y decidir por sí mismas pero que su vida está envuelta por un velo de injusticia e ignorancia. Mujeres que no tienen ni voz ni voto, que no tienen derechos pero sí obligaciones. Mujeres que viven bajo el yugo de sus padres, maridos o hermanos, que no pueden estudiar, que son casadas siendo niñas y que diariamente son apaleadas. Y es que hay lugares donde ser mujer es lo peor que te podría suceder.

En el Día Internacional de la Mujer, invito a esa niña a solidarizarse con esas mujeres que necesitan nuestro apoyo y que conozca la historia de una lucha que se inició un 8 de marzo de 1857, cuando un grupo de mujeres se lanzaron a las calles de Nueva York para protestar por sus ínfimas condiciones laborales en una fábrica textil. Aquellas mujeres se jugaron su sueldo y su vida reclamando justicia sin saber que con su valentía estaban dando un gran paso en la historia de la humanidad. 

Ellas lucharon por ti, por mí, por todas las mujeres, y fueron ganando batallas que parecían imposibles de conseguir. Con su voz, y con la del resto de mujeres que continuaron su causa se empezó a tomar conciencia de la verdadera igualdad de derechos y libertades entre hombres y mujeres.

Por eso, mi niña, quiero que persigas tus sueños, porque tienes ante ti la posibilidad, la capacidad y la gran oportunidad de conseguirlos sabiendo que no sólo tienes derecho, sino obligación, de ser feliz.

Si quieres convertirte en defensor de los derechos de la mujer, visita la página De mujer a Mujer y colabora con este admirable proyecto de la Fundación Vicente Ferrer.


lunes, 2 de marzo de 2015

¿Tienes un Plan "B"?

En las últimas semanas he visto decir adiós a varios compañeros que a pesar de ser talentosos y de haber demostrado un gran compromiso durante muchos años, el azar ha terminado por convertirles en números de lotería tocándoles lo que nos podía haber tocado a cualquier otro. Es increíble cómo de la noche a la mañana tu vida puede cambiar tan imprevisiblemente: hoy eres uno más del equipo, te saludan por el pasillo con una sonrisa, te invitan a reuniones, escuchan tu opinión, y a ti no te importa dedicar unas horas más al trabajo porque eres cumplidor, porque eres minucioso, porque te sientes comprometido con los compañeros, con la empresa... Sin embargo, esta actitud no te libra de que un día te llamen y te digan que ya no te quieren, que ya no formas parte del proyecto y entonces se te caerá el alma al suelo, no te lo podrás creer: ¡No, a ti no te puede pasar eso...!

Pues como dice el dicho, "cuando las barbas de tu vecino veas cortar... pon las tuyas a remojar", ¡Así que manos a la obra!. Yo siempre he sido de las que he pensado "para qué preocuparme de algo que no se sabe si pasará. Y si no llega a pasar, ¿para qué preocuparme entonces?". Hasta ahora me ha salido bien, he superado dos ERES, dos o tres compras de compañía y hasta una escisión.  Puede decirse que soy una verdadera superviviente, pero no se puede seguir tentando tanto a la suerte y considero que lo más inteligente ahora, tal y como están las cosas en el mercado, es prepararse para ese día "D" que puede ser mañana, dentro de 3 meses o en 2 años.
 
Lo primero que hago es buscar mi curriculum y me doy cuenta de que no lo actualizo desde aquel año en que me lo pidieron para no se qué proyecto organizativo. Menos mal que mi perfil de Linkedin lo tengo más o menos al día y además tengo una buena base de contactos. Sí, porque Linkedin se ha convertido en la red de redes en cuestión de networking profesional y no puedes quedarte fuera de ese círculo. Comienzo a leer artículos y libros sobre superación y recuerdo aquel que leí en un momento de grandes cambios y que me pareció divertidísimo y aleccionador "Quién se ha llevado mi queso". Dos ratones, uno que no está dispuesto a cambiar su forma de buscar queso y otro más atrevido y osado que no le importa darse contra mil obstáculos pero que busca la forma de llegar al queso y lo consigue.

Esa es la actitud. No puedes permanecer igual día tras día, año tras año, realizando las mismas cosas y pretender seguir así hasta que te jubiles. Además de ser muy aburrido es nefasto para tu propio crecimiento personal y sobre todo, es vivir en la cuerda floja si tu deseo es precisamente llegar a jubilarte en la misma empresa. Afortunadamente, a lo largo de mi carrera profesional he tenido la oportunidad de enfrentarme a nuevos retos que me han permitido demostrarme a mí misma que puedo encarar nuevas responsabilidades y objetivos.

Además, soy bastante creativa y como siempre estoy pensando en formas de mejorar procedimientos, formatos, y hacer cosas nuevas ahora tengo un nuevo reto en mi mente, quizá el más importante de todos. Ya no se trata de pensar en cómo voy a hacer mejor ese informe o en redactar esa noticia, sino en cómo me voy a convertir en la profesional que quiero ser el resto de mi vida. Parece muy obvio, pero si buscas la felicidad en tu vida no te puedes conformar con optar a cualquier puesto de trabajo, tienes que aspirar a encontrar el trabajo hecho a tu medida, el que tú quieres, con el que vas a disfrutar más y por tanto vas a aportar mayor motivación y mejores resultados.

Mi nuevo reto es construir mi Plan B.