lunes, 2 de marzo de 2015

¿Tienes un Plan "B"?

En las últimas semanas he visto decir adiós a varios compañeros que a pesar de ser talentosos y de haber demostrado un gran compromiso durante muchos años, el azar ha terminado por convertirles en números de lotería tocándoles lo que nos podía haber tocado a cualquier otro. Es increíble cómo de la noche a la mañana tu vida puede cambiar tan imprevisiblemente: hoy eres uno más del equipo, te saludan por el pasillo con una sonrisa, te invitan a reuniones, escuchan tu opinión, y a ti no te importa dedicar unas horas más al trabajo porque eres cumplidor, porque eres minucioso, porque te sientes comprometido con los compañeros, con la empresa... Sin embargo, esta actitud no te libra de que un día te llamen y te digan que ya no te quieren, que ya no formas parte del proyecto y entonces se te caerá el alma al suelo, no te lo podrás creer: ¡No, a ti no te puede pasar eso...!

Pues como dice el dicho, "cuando las barbas de tu vecino veas cortar... pon las tuyas a remojar", ¡Así que manos a la obra!. Yo siempre he sido de las que he pensado "para qué preocuparme de algo que no se sabe si pasará. Y si no llega a pasar, ¿para qué preocuparme entonces?". Hasta ahora me ha salido bien, he superado dos ERES, dos o tres compras de compañía y hasta una escisión.  Puede decirse que soy una verdadera superviviente, pero no se puede seguir tentando tanto a la suerte y considero que lo más inteligente ahora, tal y como están las cosas en el mercado, es prepararse para ese día "D" que puede ser mañana, dentro de 3 meses o en 2 años.
 
Lo primero que hago es buscar mi curriculum y me doy cuenta de que no lo actualizo desde aquel año en que me lo pidieron para no se qué proyecto organizativo. Menos mal que mi perfil de Linkedin lo tengo más o menos al día y además tengo una buena base de contactos. Sí, porque Linkedin se ha convertido en la red de redes en cuestión de networking profesional y no puedes quedarte fuera de ese círculo. Comienzo a leer artículos y libros sobre superación y recuerdo aquel que leí en un momento de grandes cambios y que me pareció divertidísimo y aleccionador "Quién se ha llevado mi queso". Dos ratones, uno que no está dispuesto a cambiar su forma de buscar queso y otro más atrevido y osado que no le importa darse contra mil obstáculos pero que busca la forma de llegar al queso y lo consigue.

Esa es la actitud. No puedes permanecer igual día tras día, año tras año, realizando las mismas cosas y pretender seguir así hasta que te jubiles. Además de ser muy aburrido es nefasto para tu propio crecimiento personal y sobre todo, es vivir en la cuerda floja si tu deseo es precisamente llegar a jubilarte en la misma empresa. Afortunadamente, a lo largo de mi carrera profesional he tenido la oportunidad de enfrentarme a nuevos retos que me han permitido demostrarme a mí misma que puedo encarar nuevas responsabilidades y objetivos.

Además, soy bastante creativa y como siempre estoy pensando en formas de mejorar procedimientos, formatos, y hacer cosas nuevas ahora tengo un nuevo reto en mi mente, quizá el más importante de todos. Ya no se trata de pensar en cómo voy a hacer mejor ese informe o en redactar esa noticia, sino en cómo me voy a convertir en la profesional que quiero ser el resto de mi vida. Parece muy obvio, pero si buscas la felicidad en tu vida no te puedes conformar con optar a cualquier puesto de trabajo, tienes que aspirar a encontrar el trabajo hecho a tu medida, el que tú quieres, con el que vas a disfrutar más y por tanto vas a aportar mayor motivación y mejores resultados.

Mi nuevo reto es construir mi Plan B.

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