domingo, 10 de enero de 2016

Una vuelta de tuerca a nuestros propósitos

Cada vez que comienza un nuevo año siento que es el momento de iniciar una nueva etapa y trato de marcarme objetivos con el fin de cambiar algunos hábitos que me permitan mejorar. Para mí es una sensación parecida a cuando abres la ventana por la mañana y aparece ante ti un nuevo amanecer lleno de luz y energía. De esta manera, trazo objetivos que año tras año persigo con fe ciega... hasta que desisto de ellos completamente harta y desanimada.
 
Pero, ¿Qué es lo que nos incita a querer cambiar nuestros hábitos? ¿Qué es lo que nos frena a perseguir nuestras ilusiones, nuestros sueños? Puede que se deba a que precisamente los objetivos que nos proponemos no sean nuestras verdaderas pasiones, sino actividades que consideramos que podrían ser buenas para nosotros, pero que en realidad no las disfrutamos, no las amamos.
 
Quizá deberíamos dar una vuelta de tuerca a estos propósitos y en vez de recurrir a los clásicos "ir al gimnasio, adelgazar, leer más, ver menos la tele, etc." lo que deberíamos hacer es identificar lo que realmente nos motiva, recuperar nuestros sueños escondidos u olvidados y decidirnos a realizarlos.
 
Si meditamos un poco seguro que encontramos un montón de actividades con las que realmente disfrutaríamos, pero ¿Qué es lo que nos impide hacerlo? ¿Miedo? ¿Inseguridad? ¿Pereza? ¿Falta de tiempo? ¿Falta de recursos?. Pues eso es lo primero que deberíamos hacer, reconocer los impedimentos que nos frenan a la hora de poner en práctica nuestras aficiones y hallar soluciones que nos permitan disfrutar abiertamente de ellas.
 
Quizá te guste leer, escribir, jugar al golf, hacer ganchillo, pintar, correr, viajar..... ¡Hay tantas cosas que pueden enriquecer nuestras vidas!
 
Pues sí, hay tantas cosas que si por ejemplo no te gusta ir al gimnasio ¿Por qué te empeñas en apuntarte cada año para pisarlo no más de una semana? ¿Por qué no lo sustituyes por otra actividad que te divierta más? Quizá prefieras una clase de baile, las hay de múltiples estilos, o si te gusta la naturaleza podrías animarte a hacer senderismo con amigos, o simplemente calzarte un buen calzado y salir a la aventura caminando por tu ciudad. El caso es que si de lo que se trata es de hacer ejercicio haz algo con lo que realmente disfrutes, y en cuanto des el primer paso ya no lo podrás abandonar.
 
Lo que está claro es que hacer actividades que nos ayuden a evadirnos de nuestra rutina, que nos permitan relacionarnos con otras personas o que nos hagan brotar nuestras dotes artísticas en cualquiera de sus manifestaciones hace que liberemos estrés y nos sintamos mucho mejor con nosotros mismos, y eso es el primer paso para la felicidad. Así que ánimo y reserva tiempo para ti. ¡Porque tú lo vales!.
 
Recuerda, el único impedimento para hacer lo que deseas eres tú.

No hay comentarios:

Publicar un comentario