domingo, 19 de abril de 2015

Tips para hablar en público

¿Alguna vez has tenido que hablar en público? ¿Cómo viviste esa experiencia? ¿Te sentiste cómodo o la recuerdas con verdadero horror?

Hablar en público es una de las cosas que más ansiedad nos crea, hace sentirnos inseguros, nos asalta el miedo a quedarnos en blanco, a aburrir al público, y lo único que queremos es salir huyendo...

Pero hablar en público es algo realmente cotidiano y hay que tomarlo como una oportunidad para compartir tus conocimientos y experiencias con personas que han tenido la deferencia de reservar un hueco en su agenda para escucharte e interesarse por lo que tienes que contarles. Por eso hay que prepararse bien, lo primero por respeto al público y luego por la propia satisfacción del trabajo bien hecho.

A lo largo de mi carrera profesional he asistido a muchas presentaciones, he conocido a verdaderos gurús en diferentes temas que sin embargo no han sido capaces de conectar con el público pero también conozco gente que tiene un don natural para la comunicación y es capaz de dar un discurso en cualquier momento y conseguir mantener la atención del público sin apenas haberse preparado nada. Esto, desde luego, no es lo más corriente y por eso, el que quiera ser un buen orador, debe prepararse bien y ensayar, ensayar y ensayar.

Pues bien, si tienes previsto dar un discurso próximamente o quieres desarrollar tus habilidades comunicativas toma nota de los siguientes consejos y empieza a ponerlos en práctica ya:
  1. Conoce de antemano el tipo de público ante el que vas a hablar. No es lo mismo hablar ante un grupo de científicos que para la comisión de amas de casa de tu pueblo. Debes adaptar tu discurso al público al que te diriges utilizando para ello giros, expresiones o anécdotas que les sean cotidianas. De esa forma te ganarás su atención y posiblemente su simpatía.
  2. Prepara el discurso. Ya sabes qué tipo de personas asistirán a tu presentación, ahora tienes que elaborar un discurso que les llegue, que les entusiasme y ensayarlo, entenderlo, creértelo y hacerlo tuyo.
  3. Apóyate en algún soporte visual, aunque no es imprescindible, el uso de imágenes, vídeos o presentaciones pueden servirte para provocar impacto en la audiencia. Trata de ser creativo, de asombrar pero sin recargar las transparencias con minúsculas letras, indica sólo los puntos claves y se cuidadoso con la combinación de colores y formatos. Se trata de impactar sin desviar la atención. Si la sala no es muy grande también puedes utilizar pizarras o flip charts donde puedes ir anotando palabras claves, dibujos o esquemas. Esto, si lo haces con naturalidad y decisión, puede ayudarte a captar más la atención del público ya que con ello conseguirás dar más dinamismo a tu discurso.
  4. Asegúrate de disponer de las herramientas necesarias. ¿Vas a proyectar una presentación? ¿Vas a utilizar un micrófono? ¿Necesitas un atril? Es importante que aprendas a desenvolverte bien con todos los recursos y en concreto con el uso del micrófono ya que si es la primera vez que lo utilizas te puedes llevar una sorpresa al escuchar tu voz de forma muy diferente a la que estás acostumbrado, por eso, si tienes ocasión, trata de hacer una prueba de sonido antes de comenzar.
  5. Familiarízate con la sala donde vas a hablar. Es importante conocer el espacio con el que cuentas. No es lo mismo hablar en una pequeña aula que en un auditorio. Tampoco es lo mismo hacerlo sentado que de pie. Tus movimientos y tu tono de voz deberán adaptarse al espacio.
  6. Antes de empezar haz estiramientos. Estira los brazos, sacúdelos, hazlo también con las piernas, trata de relajar los hombros y el cuello con estiramientos suaves. Masajea fuertemente tus mejillas, abre bien la boca como si estuvieras bostezando, recorre la lengua por el interior de tu boca. Estos ejercicios te ayudarán a relajar tu cuerpo, tu cavidad bucofaríngea y a reducir la tensión que a buen seguro llevarás acumulada.
  7. Bebe agua. Hidrata los labios, la boca, la garganta, para que tu voz salga limpia y clara. Trata de tener a mano una botella de agua durante tu presentación y aunque no tengas que hablar bebe todos los días al menos litro y medio de agua para conseguir tener la laringe bien hidratada.
  8. Respira bien, respira hondo. La respiración es algo muy importante en nuestras vidas y debemos aprender a respirar bien. Te recomiendo que hagas el siguiente ejercicio. Pon tu mano en el abdomen y toma todo el aire que puedas lentamente. Tienes que notar cómo se hincha primero el abdomen y luego los pulmones, la espalda, etc. Cuando consigas esto mantén el aire dentro el tiempo que puedas y luego expúlsalo de una vez hasta no dejar ni un atisbo de aire dentro, notarás que te deshinchas. Repite esto 3 ó 4 veces y te sentirás más relajado pues habrás conseguido reoxigenar tu organismo.
  9. Controla tus movimientos. A la hora de hacer una presentación en público adopta una postura erguida pero cómoda, con los hombros hacia atrás, las piernas ligeramente separadas y los brazos despegados de tu cuerpo. Utiliza tu imagen corporal para apoyar tus palabras. Usa tus brazos y tus manos para dar énfasis, y hazlo de manera natural. Camina a lo largo del escenario si eso te hace sentir más a gusto, pero hazlo de forma acompasada y relajada. Ten cuidado con los tics. A veces los nervios nos juegan malas pasadas y sin darnos cuenta repetimos una y otra vez algún movimiento que puede llegar a provocar la distracción del público. Ensaya previamente tus movimientos ante un buen espejo y mucho mejor ante una persona de confianza que pueda indicarte tus puntos débiles.
  10. Sonríe. Es la mejor carta de presentación. Inicia la presentación con una sonrisa al público. Así también podrás echar una mirada a las personas que hay en la sala e incluso localizar a personas que conozcas y que pueden servirte de apoyo cuando las mires. Trata de mantener una actitud relajada y amable.
  11. Dirígete al público. Mírales, lanza preguntas buscando conformidad, preguntas del tipo ¿Cuántos de los que estáis en el público habéis...?, ¿Alguien sabe ...?. Con ello les harás partícipes de tu discurso y conseguirás el "engagement" necesario.
  12. Habla claro. Vocaliza bien tus palabras y sigue un ritmo natural, ágil pero lo suficientemente claro para que se entienda bien. Evita que tu discurso se convierta en algo monótono, juega con las pausas y los silencios para crear expectación y eleva la voz cuando quieras matizar algo o captar la atención, pero nunca grites porque además de ser desagradable y demostrar agresividad con ello sólo conseguirás dañar tus cuerdas vocales.
  13. Disfruta. Es tu momento, estás preparado, dominas tu discurso y conseguirás que sea un éxito rotundo.

Ya me contarás qué tal tu experiencia. ¡Hasta la próxima semana!
 

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