lunes, 22 de junio de 2015

En busca de la asertividad I

Asertividad, curiosa palabra. Desde hace años está presente en mis planes de mejora, pero, ¿Sabemos realmente de qué se trata?

Nuestra manera de comunicarnos, de pedir las cosas y de relacionarnos con los demás, dice mucho de nosotros. Por lo general no nos damos cuenta del estilo comunicativo que empleamos y sin embargo, ser conscientes de la forma que utilizamos al hablar con los demás, puede ayudarnos a mejorar nuestras relaciones, y a sentirnos mejor con nosotros mismos.

Y es que cada vez que nos dejamos llevar por las impresiones solemos reaccionar de forma equivocada.

Existen 3 estilos comunicativos básicos: pasivo, agresivo y asertivo, y aunque no es habitual que una persona se identifique totalmente con uno de ellos, nuestro objetivo debe ser acercarnos todo lo posible al estilo asertivo. Pero, ¿Qué es la asertividad?

Podría decirse que es la forma en la que defendemos nuestros intereses sin agredir los intereses de los demás. Es la forma de llegar a un consenso entre las partes sin que una de ellas se sienta “vencida” por la otra. En el caso de una negociación el resultado sería “yo gano, tu ganas”, por lo que todos se sienten felices.

¿Qué ocurre cuando se practica la comunicación agresiva? La persona agresiva grita, ordena, exige y no permite que los demás le lleven la contraria. Su fin es salirse con la suya y para ello no duda en reprochar y culpar a los demás sin preocuparse por escuchar las razones de los otros. Este tipo de personas sufren grandes arrebatos y frustraciones cuando no consiguen lo que quieren y no suelen forjar relaciones personales verdaderas ya que los demás les temen, les rechazan y acaban sintiéndose solos e incomprendidos.

En el lado contrario, la persona pasiva, o sumisa, acata por lo general lo que le dicen los demás, calla, y no expresa claramente sus sentimientos. Tiene miedo a recibir reproches y desea ante todo caer bien a los demás aunque para ello tenga que renunciar a sus propios intereses. Este tipo de personas suelen tener una autoestima muy baja y es probable que hayan recibido una educación autoritaria que no les haya permitido rebatir o contradecir las ideas de los demás para defenderse. Las personas pasivas suelen autobloquearse ante situaciones conflictivas y pueden caer en grandes depresiones al sentirse solas, raras y desplazadas del resto de la gente.

Por supuesto, estas descripciones reflejan personas 100% agresivas y pasivas pero hay casos en los que una misma persona puede manifestar periodos agresivos o sumisos según las circunstancias.

¿Cómo debería ser una comunicación asertiva?

Las personas asertivas se encuentran en medio de este caos. Son personas seguras de si mismas, que saben reclamar sus derechos pero que también escuchan y saben ponerse en el lugar de los demás. No atacan sino que tienen recursos para expresar sus sentimientos y sus necesidades. Por consiguiente son personas más equilibradas, en quienes se puede confiar y con las que se puede vivir en armonía.


Y tú ¿con qué estilo te identificas?


En mi próximo post compartiré algunos consejos para identificar esas situaciones que nos bloquean y que nos provocan actitudes no deseadas. Será el primer paso para llegar a ser una persona asertiva.

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